La infografía es una representación visual de los propios textos; en la que intervienen descripciones, narraciones o interpretaciones, presentadas de manera gráfica normalmente figurativa, que pueden o no coincidir con grafismos abstractos y/o sonidos. La infografía nació como un medio de transmitir información gráficamente.
miércoles, 22 de julio de 2015
martes, 9 de junio de 2015
viernes, 8 de mayo de 2015
Etiqueta Parlante realizada con el nombre
El concepto de etiqueta tiene distintos usos y significados. Se trata de una señal, marca, rótulo o marbete que se adhiere a un objeto para su identificación, clasificación o valoración.
Las etiquetas comenzaron a utilizarse en la actividad comercial para describir el contenido de envases, recipientes y paquetes con mayor facilidad. Con el tiempo, más allá de su función básica de identificación, las etiquetas empezaron utilizarse como objetos decorativos con la intención de realzar la imagen del producto y resultar más atractivo para el consumidor.
jueves, 30 de abril de 2015
LA IMPRENTA
La imprenta ha sido, sin duda, uno de los inventos que más ha revolucionado la historia de la humanidad, en todas las sociedades del mundo, porque ella implica una innovación no solamente en el campo de la escritura, sino en el de la ciencia, el arte, la cultura, la política, la religión, etc.
No siempre somos conscientes de la magnitud que tiene este invento para nosotros y por ello hoy les traigo un breve repaso por la historia de la imprenta, desde los primeros grabados hasta la creación de la imprenta moderna.
Los primeros libros
A lo largo de la historia de la escritura esta tuvo diferentes soportes, que van desde la piedra hasta los actuales soportes digitales, pasando por una gran variedad de materiales diferentes.
Sin embargo, el significado etimológico de las palabras biblos y liber quieren decir “corteza interior de un árbol”, por lo que formalmente no podríamos considerar como libro, aquello que tuviera un soporte diferente del papel.
Los primeros en usar un material similar al papel fueron los egipcios que elaboraron los papiros (siglo IV a. de C. aprox.) y los chinos (siglo II a. de C. aprox.), quienes elaboraban unas láminas realizadas con bambú y cuerdas.
El papiro era elaborado con los tallos de un planta del mismo nombre, la cual era machacada con martillos para formar la hoja mientras la planta todavía estaba húmeda. Los rollos de papiro eran mucho más fáciles de transportar que otros soportes (como las tablillas de madera o arcilla) y su uso se extendió rápidamente a Grecia y Roma.
Hacia finales de la Edad Antigua y principios de la Edad Media, aproximadamente entre los siglos II y III d. de C., el libro ya no consistía en un rollo, sino que se organizaba en hojas cosidas y se denominaba códice.
Esta forma de organizar la escritura hace al libro más manejable, tanto para escribir, como para leer, permite apoyarlo sobre la mesa y llegar fácilmente a cualquier punto del texto.
Textos del confucianismo
Los primeros registros que se tienen de una imprenta son de China en el año 175 d. de C., cuando el emperador pidió que se tallaran en piedra algunas de las obras del confucianismo. El objetivo del emperador era conservar para la posteridad dichas obras y por ello pidió que fueran talladas en piedra; sin embargo, los estudiosos se dieron cuenta de que a través de la tinta y el papel, utilizando la piedra tallada como base para elaborar las copias, podían reproducir las obras tantas veces como quisieran.
Este procedimiento se mejoró posteriormente, realizando la escritura de la letras en relieve y en forma de espejo para facilitar la lectura de los textos reproducidos.
El primer libro fue chino
El primer libro, reconocido como tal, data del año 867 d. de C, durante la dinastía T'ang, el cual fue encontrado en la cueva de Dunhuang en el año 1899.
El texto es el Sutra del Diamante y en su primera página tiene una ilustración del trono Buda rodeado de santos. Es un rollo de casi 5 mts. de largo por 30 cm. de ancho, con sus hojas estaban pegadas entre sí por los bordes.
La técnica mediante la cual se realizó la impresión de este libro fue la xilografía (grabado con madera), inventada por los chinos aproximadamente en el siglo V d. de C.
La técnica de la xilografía era similar a la que se había utilizado previamente con la piedra, pero más sencilla, dado que la madera es más fácil de trabajar. Se tallaban la madera alrededor de las letras, a modo de poder pintar con tinta el relieve de las mismas y poder reproducir los textos apoyando sobre la plancha de madera una hoja en blanco que se marcaba con la tinta.
La desventaja de este sistema es que luego de cierto tiempo la madera se deformaba y se pudría, perdiéndose los moldes para los textos, algo que no ocurría con la piedra.
Entre los siglos X y XI más de 5000 libros budistas y taoístas fueron impresos mediante la técnica de la xilografía. Si bien fue un trabajo artesanal impresionante, que debe de haber demandado mucho tiempo y dinero, era una obra inevitable si se quería trasmitir los conocimientos a los maestros y estudiantes.
Primera imprenta de tipos móviles
A partir del siglo XI se empezaron a desarrollar en China las primeras imprentas de tipos móviles. La técnica consistía en tallar los caracteres por separado y formar las frases para armar el texto, de esta manera un mismo caracter podía ser usado para más de un texto.
Sin embargo la técnica tuvo algunas dificultades al comienzo, ya que los ideogramas chinos son bastante complejos de dibujar y los tipos móviles se fabricaban en arcilla, un material demasiado frágil para esta tarea.
Imprenta de tipos móviles fundidos
En el siglo XIII, casi 200 años antes que Gutenberg desarrollara su imprenta, en Corea se utilizaban tipos móviles fabricados en bronce fundido. El bronce era un material mucho más adecuado que la arcilla para este objetivo y permitía la utilización de los tipos por un tiempo mayor.
En el año 1377 se realizó uno de los primeros libros que se conocen con esta técnica, denominado Jikji, una compilación de textos budistas para estudiantes.
Los libros en los monasterios
Mientras que en Oriente ya se estaban utilizando diversas técnicas de impresión, en Occidente aún se copiaban los libros a mano. Los hombres religiosos fueron quienes se dedicaron principalmente a esta tarea.
Los monasterios fueron en la Edad Media, los lugares por excelencia para reproducir y almacenar libros. Los monjes eran quienes se dedicaban a esta tarea por varios motivos, en primer lugar porque sabían leer y escribir en latín, lo cual no era muy común en aquella época. El latín era la lengua culta y en la que se escribían los textos sagrados.
En segundo lugar, porque la mayoría de los libros que se reproducían eran libros religiosos, si bien no eran los únicos, eran la mayor cantidad. Los monjes fueron los encargados de custodiar libros profanos, a los cuales accedían por supuesto; de allí que muchos de ellos pudieran leer importantes obras de Platón o Aristóteles, que no han llegado hasta nuestros días.
La película “El nombre de la rosa”, basada en la novela homónima de Humberto Eco, se desarrolla en un monasterio de Italia, dedicado principalmente a la actividad de reproducir y conservar libros. Aquí les dejo una breve escena de la película donde se puede ver el “scriptorum”, lugar donde los monjes dedicaban largas jornadas a copiar e ilustrar los libros.
Primeras imprentas en Europa
Entre el siglo XII y XII d. de C. se producen importantes transformaciones en Europa, surge una clase social nueva, con poder económico y con gran avidez de conocimientos: la clase mercantil.
Este nuevo grupo social fue el que impulsó la creación de las primeras universidades laicas. Hacia finales del siglo XII las más importantes ciudades europeas (París, Bolonia, Padua, Gante, Oxford, Cambridge) ya contaban con al menos una universidad.
Esta nueva generación de estudiantes no contaba con aquellos libros que estaban encerrados en los monasterios, por lo que para su formación necesitaron de libros no religiosos, y probablemente esta demanda de libros seculares fue la que impulsó la creación de la imprenta.
A su vez era necesario un método de copia más fiel, ya que a menudo los libros copiados a mano acarreaban errores.
La imprenta de Gutenberg
Hacia el 1400 comienzan a utilizarse las técnicas de impresión en Europa. Lo primero que utilizaron fueron los bloques de madera tallados (xilografía) y embadurnados con tinta, utilizados principalmente para reproducir imágenes religiosas y juegos de naipes.
Entre 1435 y 1440 Johannes Gutenberg (Alemania, 1398 - 1468) desarrolla la imprenta de tipos móviles de madera o metal. Su oficio de orfebre le permitió tallar las letras por separado, para luego colocarlas en casillas de madera, formar los textos, realizar la impresión y luego reutilizar las letras.
Hasta aquí no hay nada novedoso, con respecto a las técnicas utilizadas por los chinos y los coreanos, sin embargo Gutenberg realizó algunas adaptaciones y agregados, que son los precursores de la imprenta moderna.
Gutenberg adaptó una prensa de vino y agregó una mesa con dos rieles por los que se deslizaba el papel junto con los tipos dentro de la caja de madera y se prensaban para grabar el texto en el papel. A continuación les dejo un video donde se puede ver gráficamente cómo era el sistema creado por Gutenberg.
Mediante este sistema imprimió cierta cantidad de Biblias, que se conocen como la Biblia de Gutenberg, famosas por ser las primeras en ser impresas con la técnica de tipos móviles.
Durante los primeros años de la imprenta, Alemania fue el país que más libros publicó en toda Europa, había unas 1500 imprentas en tan solo 70 ciudades alemanas, posteriormente se extendió a toda Europa.
Este invento revolucionó la prensa, ya que en toda Europa se comenzaron a publicar diferentes hojas, gacetillas, semanarios, etc. También el conocimiento fue más accesible y democrático, sin bien los libros aún tenían un precio muy elevado y no todos podían acceder a ellos, por lo menos ya no estaban reservados y custodiados exclusivamente por religiosos.
De aquí en adelante, a través de la historia de la imprenta lo que se hizo fue perfeccionar estas primeras técnicas de impresión, hasta llegar a las imprentas actuales, con técnicas láser y digitales, que son capaces de imprimir miles de hojas en minutos.
lunes, 13 de abril de 2015
Realización de pictograma antiguo (Escritura cuneiforme)
Realización de Pictograma antiguo
(Escritura cuneiforme)
Uno de los tipos de escritura más antiguos que se conocen es la escritura cuneiforme. Aunque los pictogramas sumerios datan de finales del cuarto milenio a.C estos se consideran protoescritura, puesto que transmitían información mediante símbolos pero sin una estructura lingüística. La escritura cuneiforme como tal queda fijada alrededor del 2800 a.C.
El término cuneiforme proviene del latín “cuneus”, que significa cuña, ya que consistía en marcar una tablilla de arcilla valiéndose de una caña biselada en forma de cuña.
Los primeros registros de escritura eran puramente pictográficos. Representaban la imagen de lo que querían describir por imitación gráfica y generalmente se trataba de documentos económicos para el recuento de existencias y otras tareas ordinarias, o administrativos.
A medida que fue necesaria la expresión de ideas, los signos evolucionaron de una representación directa de los objetos, a combinaciones de símbolos, y más adelante a la representación silábica.
Se produjeron con el tiempo otras modificaciones, como la alineación y la escritura de izquierda a derecha. También la rotación de 90º, posiblemente para facilitar la escritura. Los símbolos van cambiando desde sus orígenes pictográficos hasta otros más abstractos, y fáciles de representar, mediante muescas hechas con la cuña.
Procedimiento
domingo, 12 de abril de 2015
Grandes Maestros del Diseño Tipográfico
Grandes Maestros del Diseño Tipográfico
Johannes Gutenberg (1400-1468)
Gutenberg, se inició como estampador de láminas.
En el año 1450, instalado en el convento de San Argobasto,
experimenta para conseguir una impresión
de textos más rápida. En compañía del holandés Lorenzo
Coster, lo logra hacer en pergamino con tipos
móviles y cúbicos tallados en madera. La imprenta,
sin embargo, ya era conocida en Oriente, pues el coreano
Pi-Sheng inventó, en el año 1034 después de
Cristo, los caracteres móviles en barro cocido.
En Estrasburgo, Gutembreg trabaja con Ditzchen, Riffe
y Heilman. Entre los cuatro realizan el Spectrum,
un libro de oraciones, el cual parece ser la primera
impresión publicada. Más adelante, trabajando con
dos nuevos socios Fust y Schoeffer, utiliza tipos metálicos.
Llegan a una aleación adecuada que se funde
a bajas temperaturas y que al volver al estado sólido
no pierde la forma adquirida. Con los tipos móviles,
el impresor puede armar las palabras ubicándolas en
líneas homogéneas y, a su vez, colocando estas en
una galera. La impresión se logra presionando la galera
contra el papel mediante una prensa. Gracias a los
aportes de Schoeffer se solucionan variados problemas
técnicos y mejora la calidad de las tintas. Para
este caso, se adaptan al proceso pigmentos oleosos
con base en los productos utilizados en Flandes para
la pintura. Hacia 1455 Gutenberg logra su mejor trabajo
al imprimir una Biblia, conocida como La Biblia
de las 42 líneas. Fust intenta hacer pasar los trabajos
por manuscritos, lo que casi les cuesta la vida. Una
interminable serie de dificultades con sus socios no
le permiten a Gutenberg lograr una estabilidad. Por
lo tanto debe deambular por varios lugares de Europa
hasta instalarse Maguncia. Allí, Adolfo II concede
una pensión que le permite vivir con tranquilidad los
últimos tres años de su vida.
Nicolás Jenson (1419-1480)
Nicholaus Jenson nació en 1420
en Sommevoire (Francia). Aprendió
el oficio de grabador llegando a ser
Maestro de la Real casa de la Moneda.
En octubre de 1458 el rey francés
Carlos VII le ordenó trasladarse a
Maguncia (Alemania) para aprender
el arte de la impresión.
Una vez finalizado el aprendizaje
vuelve a Francia en el año 1461 pero
el hijo de Carlos VII sucesor al trono
de Francia no muestra ningún interés
por este arte y deja de sostenerle económicamente.
Jenson emigra a Italia donde trabaja como impresor
independiente y grabador estableciéndose en Venecia,
donde tenemos constancia documental de que
utiliza su diseño de romana por primera vez para imprimir
Evangelica Praeparatione de Eusebius. Con el
mismo tipo imprime la Historia Natural de Plinio en el año 1472. La romana de Jenson es uno de los más
grandes tipos diseñados en el mundo, sus clásicas
proporciones y armonioso diseño de los caracteres
combinados con su precisión meticulosa hacen de
esta un hito en la historia del diseño tipográfico.
En 1974 fue distinguido con el título de conde palatino
y en 1479 abandonó definitivamente su labor
de impresor para dedicarse a la venta de libros en la
Nicolaus Jenson Sociique.
Es importante recordar que Jenson
era también un experto diseñador
e impresor y sus trabajos tuvieron
gran impacto sobre las preferencias
estéticas del momento. Talento
que continuó ejerciendo hasta su
muerte en Roma en el año 1480.
Muchos de los punzones y matrices
originales de Jenson se conservan
en la actualidad en la Fundición
Stempel en Alemania.
Aldo Manuzio (1450-1515)
Impresor y humanista
italiano. En 1490,
con la ayuda financiera
del príncipe de
Carpi, Manuzio instaló
una imprenta en
Venecia, con la intención
de publicar los clásicos griegos y latinos en volú-
menes pequeños y económicos. Su editorial publicó
obras de autores griegos como Eurípides, Plutarco,
Aristóteles y Platón, que se destacaron por su belleza
tipográfica.
En 1500 fundó en Venecia la Academia de Expertos
en Literatura Griega. Al año siguiente Francesco de
Bolonia le diseña el primer tipo mecánico cursivo.
En Francia, durante el
siglo XVI y hasta el XVIII
se cimenta una tradición
tipográfica muy
fuerte, al igual que una
marcada tradición caligráfica.
La evolución de la letra
de mano francesa del
siglo XVI se basó, en un
principio, en la escritura
gótica francesa de mano. Este estilo, llamado Cavilité,
lo desarrolló Robert Granjon hacia el año 1550.
Pero la idiosincrasia del pueblo francés congeniaba
más con las caligrafías latinas que con las góticas.
Así, basándose en la escritura italiana de mano, se
desarrollan en Francia tres estilos:
Ronde, Batarde Colee y Batarde Ordinaire, todos ellos
más afines al gusto francés.
Claude Garamond (1490–1561)
Claude Garamond nació en París en el año 1490.
En 1510 comenzó su aprendizaje con el tipógrafo
e impresor Antoine Augereau. En la primera mitad del
siglo XVI los impresores compartían todas las instancias
en la elaboración de un libro desde el diseño tipográfico
hasta la encuadernación. Claude Garamond
fue el primero que se especializó en el diseño, grabado
y fundición de tipos como servicio a otros impresores
asistido por su pupilo Jacques Sabon.
Las referencias tipográfi-
cas de Garamond incluyen
los trabajos de Conrad
Sweynheym, Arnold
Pannartz, Erhard Ratdolt,
Nicholas Jenson, Aldo
Manuzio, Francesco Grillo,
Henri, Robert, y Charles
Estienne, Ludovico
degli Arrighi de Venecia,
Giovan Antonio Tagliente
y Giovanbattista Palatino.
Una lista ecléctica de expertos
conocidos por su
excelencia tipográfica. A finales de 1520 Garamond
fue comisionado para suministrar sus tipos al famoso
impresor escolar Robert Estienne.
Su primera fuente romana fue usada en el año 1530
para la edición de Paraphasis in Elegantiarum Libros
Laurentii Vallae Erasmus, con un diseño inspirado en
la romana de Nicolas Jenson y la romana de Francesco
Griffo utilizada para la edición de De Aetna del
Cardenal Pietro Bembo que fue publicado por Aldo
Manuzio. Después de una década en la cual los tipos
de Garamond alcanzan un gran éxito, el rey Francisco
I de Francia le pide la creación de un tipo griego que
más tarde se conocería como Grecs du Roi y que fue
creado a partir de los dibujos de Angelos Vergetios.
Los tipos griegos de Garamond fueron los utilizados
para la edición exclusiva del Alphabetum Graecum
publicado por Estienne.
Los tres juegos de punzones originales de este tipo se
conservan en la Imprimerie Nationale en París.
En 1545 Garamond se convirtió en su propio editor
presentando sus propios tipos incluido una nueva cursiva.
El primer libro que publicó fue Pia et religiosa Meditatio
de David Chambellan. Su estilo para la edición
de libros fija sus raíces en los trabajos de los impresores
venecianos que tenían como destinatarios a los
integrantes de las clases altas. Admira y copia los trabajos
de Aldo Manuzio insistiendo en la claridad en
el diseño, generosos márgenes de página, calidad en
la composición en el papel y en la impresión todo ello
acompañado por una magnífica encuadernación (sus
libros eran impresos con tinta y papel de la mejor calidad
y sus páginas cosidas con gran precisión acentuando
su calidad con cabezadas en ambos extremos
del lomo y finos papeles imitando al mármol en sus
guardas, todo ello utilizando en su encuadernación
cuero procedente de Marruecos y rematado con unas
elegantes estampaciones de oro para los títulos).
Tras su muerte, ocurrida en 1561, su viuda, cuyo único
patrimonio eran los punzones que había grabado
su marido, se vio obligada a venderlos para sobrevivir
siendo parte de ellos comprados por Christopher
Plantin, André Wechel que fue quien ejecutó el testamento,
Conrad Berner de la fundición Egenolff de
Frankfurt y Guillaume Le Bé un tipógrafo e impresor
de París. Pocos años antes, Garamond había creado
una de las primeras fundidoras de tipos, y su trabajo
había sido muy popular pues, aparte de introducir en
Francia los caracteres romanos, había aportado a la historia de la escritura impresa y a la tipografía importantes
avances como la cursiva versal o el concepto
general de familia y serie.
Como casi siempre ocurre con las grandes figuras, la
influencia que ejerció tras su muerte fue muy amplia,
siendo copiados sus moldes por las imprentas de toda
Europa. En 1592 Berner publica un catálogo que es
la impresión más fiable de los diseños originales de
Garamond convirtiéndose en la principal referencia
para muchos diseñadores hasta casi cuatro siglos más
tarde.
Un siglo más tarde el cardenal Richelieu, hombre
ilustrado y amante de las modernas tecnologías de
la información, equipó a la Imprimerie Royale de Francia
con los que llamó Caractères de l´Université, supuestamente
los apreciados punzones de Garamond,
como así hace referencia en su libro Les Principaux
Poincts de la Foy Catholique Defendus. Durante los
siglos posteriores nuevos diseños relegan al fondo de
los chibaletes a las familias garaldas, hasta que, a
principios del siglo xx, las nuevas tecnologías de composición,
monotipia y linotipia, renuevan los fondos
de la tipografía.
A comienzos del siglo XX la búsqueda de nuevos tipos
por parte de las diferentes fundiciones lleva a un revival
de los tipos de Garamond que hace que todas ellas
prácticamente pongan en circulación fuentes basadas
en estos tipos aunque, eso si, algunas con más fortuna
que otras. Considerando la exactitud histórica
de la fuente el claro ganador es la creada por la fundición
Stempel en 1924 con sus romanas y cursivas
basadas en los dibujos originales de Garamond.
En el caso de Adobe Garamond, diseñada por Robert
Slimbach, las romanas están basadas en los punzones
de Garamond del Museo Plantin-Moretus, mientras
que las cursivas derivan de los tipos de Robert
Granjon que fue un joven grabador contemporáneo de
Garamond. Otras fuentes que también otras fundiciones
llaman Garamond están basadas en los tipos dise-
ñados por otro tipógrafo francés llamado Jean Jannon
quien no nació hasta pasados 19 años de la muerte
de Garamond.
Christopher Plantin
(1498-1535)
En Amberes, Christopher Plantin funda una imprenta
hacia el año 1555, la cual se convertiría en la
más progresista de Europa.
Cuando el impresor Christopher Plantin se trasladó
desde Francia a la localidad belga de Amberes y estableció
su negocio de imprenta en el año 1579 dio
lugar a la aparición de una dinastía de editores que
floreció durante dos siglos y continuó hasta tres. Plantin,
su hijo Jan Moretus I y sus descendientes y colaboradores
en la Officina Plantiniana guardaron fiel registro
de todos los aspectos de su actividad mercantil:
sus publicaciones; permisos y licencias (en esa época
los impresores necesitaban
una licencia para cada libro
que publicaban); costes de
los materiales empleados incluidas
las herramientas utilizadas
en la creación de tipos
(matrices o punzones), metal
para fundir, papel y tinta; así
como de las prensas, muebles
y otros equipamientos destinados
tanto al negocio como
a la vida diaria de la familia.
La Officina editó numerosos
libros hermosos como la famosa
Biblia políglota escrita en cinco lenguas que llevó ocho años completarla y
por la que no recibió pago alguno. Asimismo están
registrados la impresión de 52.000 misales entre los
años 1571 y 1576 destinados a apoyar a la Contrarreforma
auspiciada por España que gobernaba el sur de
los Países Bajos en esa época. La Officina Plantiniana
se organizaba como un negocio eficiente dividiendo
a sus trabajadores por especialidades: fundidores de
tipos, componedores, correctores, impresores, oficios
que han seguido manteniéndose en el siglo XX.
Y de su capacidad da cuenta el hecho de que dos
operarios producían 1.250 hojas impresas por día en
cualquiera de las 22 prensas que tuvo la Officina funcionando
en sus mejores tiempos.
El Compás de Oro, marca
de imprenta de Plantin
así como nombre de
su negocio, tenía una
gran reputación de gran
calidad. Usaba sus propios
tipos para evitar la
débil impresión sobre el
papel que podía producir
el uso de caracteres
gastados aunque nunca
llegaron a diseñar estos.
Compraban las matrices
y los punzones a grabadores
y diseñadores
como Claude Garamond, Guillame Le Bé y Robert
Granjon.
Asimismo Plantin insistía en usar grabados metálicos
para las ilustraciones, muchos de ellos realizados por
Pieter Paul Rubens, en contraposición a la mayoría
de impresores que usaban para las ilustraciones grabados
en madera de menor calidad pero de más bajo
coste.
El negocio cerró sus puertas en 1867 y cuando Edouard
Moretus vendió el edificio a la ciudad de Amberes
nueve años más tarde, todo quedó intacto como
si se hubiera detenido el tiempo y así se conserva en
la actualidad. Se pueden observar las salas de imprentas,
de fundición de tipos, librería y las estancias
particulares de la familia más o menos como se encontraban
a mediados del siglo XIX.
Grandes tipógrafos del siglo XVIII
Al empezar el siglo, Luis XIV ordena el diseño de la
Romana Real, que viene a ser el primer caracter moderno.
Este es el presagio de un siglo marcado por el
mecenazgo y por el apoyo de gobernantes e instituciones
a la edición y a la composición cuidada.
Se asistía al trabajo de los últimos artesanos anteriores
a las grandes innovaciones industriales del siglo
XIX, que casi terminan con los procedimientos artesanales
del libro. Estos últimos artesanos fueron: Fournier,
Didot, Caslon, Baskerville y Bodoni.
La aportación del francés Pierre Simon Fournier fue
el proponer una unidad de medida estándar a la que
llamó punto. Las innovaciones de Fournier se divulgaron
a través de su Manual Tipográfico,
donde introduce el sistema de puntos.
John Baskerville (1706-1775)
John Baskerville nació
en 1706 en Sion Hill,
Worcester (Inglaterra).
Sobre el año 1723 se
había convertido en un
maestro de la escritura
y hábil grabador de lapidas.
En 1740 inició
en Birmingham un negocio
de barnices que
en unos años lo haría un hombre muy rico. Alrededor
de 1750 comienza a experimentar con la fabricación
de papel, elaboración de tintas, fundición de tipos e
impresión y en 1754 Baskerville crea su primer tipo
(los punzones fueron grabados por John Handy que
trabajo con él durante 28 años).
Tres años más tarde, en 1757 Baskerville publica su
primer trabajo Bucólica de Virgilio al que siguieron
otros clásicos. En 1758 se convierte en impresor de
la Universidad de Cambridge donde el 4 de julio de
1763 publica su obra maestra, una Biblia impresa
usando sus propios tipos, tinta y papel. El uso de
unos cilindros de cobre caliente para dar un acabado
alisado a las páginas indican su compromiso en la búsqueda de una impresión perfecta. Los tipos que
diseñó poseían una gran delicadeza y elocuencia visual,
en vez de buscar la ostentosa ornamentación
del estilo de su generación eligió la simplicidad tanto
en los diseños de tipos como en su impresión. La
composición de sus páginas nos hablan de un diseño
elegante en el que prima la claridad y en el que nada
interfiere al mensaje.
Como un desafío personal quiso superar al tipo creado
por William Caslon pero su falta de experiencia
como grabador le impidió conseguirlo aunque no fue
obstáculo para que creara una pieza maestra del diseño
de tipos. Los tipos de Baskerville no se ganaron
el favor de los impresores ingleses y desaparecieron
en un oscuro túnel por más de 150 años hasta que
el diseñador americano Bruce Rogers los rescató del
olvido reeditándolos para Monotype en 1924 y para
Linotype en 1931.
William Caslon (1692-1766)
William Caslon nació en
Cradley (Inglaterra) en
1692. Puso su negocio
de grabador de armas de
fuego en Londres para
más tarde convertirse
en grabador de punzones
que suministraba
a la industria de la encuadernación. Caslon no era
solamente un buen artesano sino que también era un
excelente hombre de negocios, y la mezcla de ambas
cualidades supuso la creación de la primera piedra de
la industria de creación de tipos inglesa.
Con un gran sentido de marketing, puso en funcionamiento
su propia fundición de tipos al lado de la
fundición de la Universidad de Oxford. Su negocio
fue financiado por dos impresores ingleses William
Bowyer y John Watts y en una década se convirtió en
el principal fundidor de tipos de Londres. En 1734
elabora su primer muestrario que contiene 38 fuentes
que incluyen titulares desde 16 a 60 puntos, romanas
y cursivas, negras, góticas, hebreas, griegas y
florones (7 diseños), siendo grabadas por Caslon 35
de las 38.
El tipo de Caslon era de fácil lectura y diseño simple y
fueron muy populares tanto en Europa como en Amé-
rica convirtiéndose en el principal suministrador de
tipos en ambos continentes.
La declaración de independencia americana fue impresa
en 1776 usando su tipo.
Mientras que la popularidad del tipo de Caslon fluctúa
con los tiempos y los vaivenes de las modas, realmente
nunca dejará de ser un valor seguro porque se
trata de un tipo que trabaja bien en todas las situaciones
y que aporta la gran personalidad de unas líneas
clásicas definidas magistralmente.
Giambattista Bodoni (1740-1813)
Gianbattista Bodoni nació en 1740 en Saluzzo, Italia.
Su padre era impresor y le enseñó el oficio desde temprana
edad. En su adolescencia se traslada a Roma
para trabajar en la imprenta de la Congregación para
la Propagación de la Fe (esta congregación fue fundada
en el año 1622 por el Papa Gregorio XV para
difundir la doctrina de la Iglesia católica en todo el
mundo), luego abandonándola
luego, cuando
el director de la misma,
que fue asimismo
su mentor, se suicida.
Entonces, decide dar
un rumbo nuevo a su
vida y probar suerte en
Inglaterra para lo cual
inicia el viaje y en una
escala en Saluzzo para
despedirse de su familia,
sufre una repentina
indisposición que le
obliga a desistir del viaje.
Cuando se recupera, Ferdinand, el Duque de España, le nombra Director de la Stamperia Reale sita en
Parma. Aquí supervisa la impresión y producción de
multitud de elegantes ediciones de los clásicos así
como una celebrada edición de la Oratio dominica publicada
en 1806 como recordatorio del viaje realizado
por el Papa Pío VII a París para asistir a la coronación
de Napoleón Bonaparte. Además de llevar un prólogo
en francés, italiano y latín, escrito por el propio Bodoni,
y de una dedicatoria al príncipe Eugenio Beauharnais,
que financió la publicación, la obra contiene
la traducción a 155 lenguas del Padre Nuestro: es el
más vasto catálogo de alfabetos y de caracteres tipográficos
jamás publicado. Bodoni en persona esculpió
los grabados y preparó las matrices para la obra. Cada
página es una obra maestra de elegancia y de arquitectura
tipográfica, y la mágica sucesión de los más
extraños caracteres de lenguas casi desconocidas en
la Europa de comienzos del siglo XIX aumenta el encanto
de este libro único en el mundo.
La imprenta estaba localizada en el viejo palacio ducal
de La Pilotta que es donde actualmente se alza el
Museo Bodoni.
Las ediciones de Bodoni tuvieron un enorme éxito debido
a la excelente calidad de las mismas, utilizando
para ello ricas ilustraciones y elegantes tipografías.
Miembros de la aristocracia europea, coleccionistas,
eruditos disfrutaban de sus libros para los que
el personalmente mezclaba las tintas, usaba papel
de la mejor calidad, diseñaba elegantes páginas y
los imprimía y encuadernaba primorosamente. Entre
sus ediciones más conocidas destacan Epithalamia
exoticis linguis reddita (1775), los trabajos de Oracio
(1791) y Poliziano (1795), la Gerusalemme liberata,
el Oratio dominica (1806) y la popular Iliada.
Recibió asimismo honores por parte del Papa y varios
reyes europeos y la ciudad de Parma creó una medalla
en su honor, también como hecho curioso destaca
que mantuvo correspondencia con Benjamin Franklin
sobre temas tipográficos. Alrededor de 1798 Bodoni
diseñó un tipo con un gran contraste en sus trazos y
unos remates delgados que significó una revolución
para la comunidad tipográfica y que constituyó el
punto de partida de los tipos denominados modernos.
En el año 1788 Bodoni publicó en dos volúmenes la
primera edición de su Manuale Tipografico que contenía
291 alfabetos (en latín, hebreo, griego, ruso,
etrusco, turco, tártaro y etíope), así como cientos de
bordes decorativos y ornamentos. Contenía además
algunos tipos manuscritos con las mayúsculas bellamente
decoradas y su puesta en página simétrica y
con unos márgenes generosos hacen de cada hoja del
Manuale una hermosa obra de arte.
El Manuale Tipografico contiene más de 600 láminas,
caracteres latinos y exóticos, y 1000 ornamentos y viñetas diseñadas por el gran tipógrafo. Uno de los
aspectos más importantes de esta obra monumental
es su integridad de estilo, que constituye un modelo
de coherencia estética vigente aún en nuestra época.
En su prefacio al Manuale, Bodoni enumera los cuatro
principios o cualidades que constituyen la belleza
de una tipografía. La primera es la uniformidad o regularidad
de los diseños, que consiste en comprender
que muchos de los caracteres en un alfabeto tienen
elementos en común que deben permanecer precisa
y exactamente los mismos en cada uno de ellos. El
segundo es la elegancia y la nitidez, es decir, el buen
corte y el acabado meticuloso de los punzones que
producen matrices limpias de las cuales pueden obtenerse
tipos nítidos y delicados. El tercer principio
es el buen gusto: el tipógrafo debe mantenerse fiel a
una simplicidad nítida y jamás olvidar su deuda con
las mejores letras manuscritas del pasado. La cuarta
y última cualidad, evidente en toda bella tipografía,
afirma Bodoni, es el encanto, una cualidad difícil de
definir, pero que está presente en aquellas letras que
dan la impresión de haber sido escritas no a desgano
ni con rapidez, sino con sumo cuidado, como un acto
de amor.
La Familia Didot
Familia de grabadores, libreros e impresores franceses
que contribuyeron notablemente al arte y tecnología
de la imprenta; publicaron numerosas obras importantes,
bellamente realizadas y bien editadas.
François Didot (1689-1757)
Fundador, en 1713, del negocio familiar que todavía
sigue funcionando en París.
François Ambroise Didot (1730-1804)
Hijo de François, mejoró la
fundición de los tipos de imprenta
y creó un sistema de
medida basado en el punto
tipográfico para medir y nombrar
los tamaños de los caracteres.
Pierre Didot (1761-1853)
Hijo mayor de François Ambroise, publicó varias versiones
muy cuidadas de los clásicos, que se dieron
a conocer como Las ediciones del Louvre. Algunos
le consideraban el primer impresor del mundo y era
célebre su rivalidad con Bodoni.
Firmin Didot (1764-1836)
Otro de los hijos de François Ambroise, inventor de
un proceso de estereotipía por el que se conseguían
ediciones de buena calidad y baratas. Era escritor y
traductor.
Firmin Didot, desarrolló las innovaciones hechas por
Fournier, de cara a unificar Europa mediante un patrón
único de medida. Ni Gran Bretaña ni Estados
Unidos adoptaron el sistema, pero sí basaron el suyo
en él.
En 1783-84 la fundición Didot produce el primer tipo
moderno y lo usa para imprimir el Geru salemme Liberata
de Tasso. Este tipo no era la romana ligera que había usado Francoise Ambroise Didot (padre de Firmin)
para varios trabajos de encargo, sino que era un
tipo nuevo fácil de leer, una romana robusta con unos
remates delgados y pronunciada modulación vertical.
Se desconoce si Firmin Didot graba los dos primeros
tamaños originales de este tipo pero si se conoce que
él produjo los siguientes dos tamaños más pequeños
del mismo tipo además de una cursiva cuando solo
contaba 19 años de edad. Parte del éxito del nuevo
tipo se debió al uso del papel tejido que había desarrollado
y usado John Baskerville en Inglaterra para
imprimir su Virgil en 1757. Este nuevo tipo de papel
proporcionaba una calidad de la superficie de impresión
superior que era lo que necesitaba los tipos de
Didot con sus finos remates y trazos.
El nuevo tipo fue utilizado para imprimir una Biblia
en latín en el año 1785 y los Discours de Bossuet
en el 1786. En los años siguientes Didot incrementa
el contraste de su tipo y se convierte en la única
persona en la historia de la tipografía en grabar una
familia de fuentes con incrementos de medio punto.
(10 pt, 10,5pt, 11 pt). Pero Firmin Didot alcanzó su
cota más alta en la creación de tipos en 1798 cuando
grabó una nueva fuente que utilizó para el Virgil de
1798 en la legendaria edición del Louvre.
Este tipo lo convierte en una
autoridad tipográfica en Francia
y como consecuencia de
ello Napoleón Bonaparte le
nombra director de la Fundición
Imperial, cargo que
ostentará hasta su muerte en
1836. El tipo moderno de Firmin Didot se convierte,
en el tipo de Francia y en el estándar nacional para
las publicaciones francesas, y aunque esta aceptación
no fuera universal de hecho incluso en la actualidad
muchas publicaciones siguen el modelo Didot.
Muchas fundiciones europeas de la época compraron
el diseño original de Didot o elaboran variaciones del
mismo. Llegados a este punto, la cuestión más obvia
es la comparación de la romana de Bodoni con la
diseñada por Didot. El hecho histórico es que ambos
habían estudiado los trabajos de Nicholas Jenson,
William Caslon, John Baskerville y otros maestros tipógrafos
y desde estas observaciones habían llegado
a conclusiones similares.
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