jueves, 30 de abril de 2015

Realización de Postales FAMILIAS TIPOGRAFICAS






LA IMPRENTA

La imprenta ha sido, sin duda, uno de los inventos que más ha revolucionado la historia de la humanidad, en todas las sociedades del mundo, porque ella implica una innovación no solamente en el campo de la escritura, sino en el de la ciencia, el arte, la cultura, la política, la religión, etc.
No siempre somos conscientes de la magnitud que tiene este invento para nosotros y por ello hoy les traigo un breve repaso por la historia de la imprenta, desde los primeros grabados hasta la creación de la imprenta moderna.

Los primeros libros

A lo largo de la historia de la escritura esta tuvo diferentes soportes, que van desde la piedra hasta los actuales soportes digitales, pasando por una gran variedad de materiales diferentes.
Sin embargo, el significado etimológico de las palabras biblos y liber quieren decir “corteza interior de un árbol”, por lo que formalmente no podríamos considerar como libro, aquello que tuviera un soporte diferente del papel.
Los primeros en usar un material similar al papel fueron los egipcios que elaboraron los papiros (siglo IV a. de C. aprox.) y los chinos (siglo II a. de C. aprox.), quienes elaboraban unas láminas realizadas con bambú y cuerdas.
Grandes-inventos-la-imprenta-2.jpgTHINKSTOCK / HEMERA
El papiro era elaborado con los tallos de un planta del mismo nombre, la cual era machacada con martillos para formar la hoja mientras la planta todavía estaba húmeda. Los rollos de papiro eran mucho más fáciles de transportar que otros soportes (como las tablillas de madera o arcilla) y su uso se extendió rápidamente a Grecia y Roma.
Hacia finales de la Edad Antigua y principios de la Edad Media, aproximadamente entre los siglos II y III d. de C., el libro ya no consistía en un rollo, sino que se organizaba en hojas cosidas y se denominaba códice.
Esta forma de organizar la escritura hace al libro más manejable, tanto para escribir, como para leer, permite apoyarlo sobre la mesa y llegar fácilmente a cualquier punto del texto.

Textos del confucianismo

Los primeros registros que se tienen de una imprenta son de China en el año 175 d. de C., cuando el emperador pidió que se tallaran en piedra algunas de las obras del confucianismo. El objetivo del emperador era conservar para la posteridad dichas obras y por ello pidió que fueran talladas en piedra; sin embargo, los estudiosos se dieron cuenta de que a través de la tinta y el papel, utilizando la piedra tallada como base para elaborar las copias, podían reproducir las obras tantas veces como quisieran.
Este procedimiento se mejoró posteriormente, realizando la escritura de la letras en relieve y en forma de espejo para facilitar la lectura de los textos reproducidos.
Grandes-inventos-la-imprenta-4.jpgTHINKSTOCK / ISTOCKPHOTO

El primer libro fue chino

El primer libro, reconocido como tal, data del año 867 d. de C, durante la dinastía T'ang, el cual fue encontrado en la cueva de Dunhuang en el año 1899.
El texto es el Sutra del Diamante y en su primera página tiene una ilustración del trono Buda rodeado de santos. Es un rollo de casi 5 mts. de largo por 30 cm. de ancho, con sus hojas estaban pegadas entre sí por los bordes.
La técnica mediante la cual se realizó la impresión de este libro fue la xilografía (grabado con madera), inventada por los chinos aproximadamente en el siglo V d. de C.
La técnica de la xilografía era similar a la que se había utilizado previamente con la piedra, pero más sencilla, dado que la madera es más fácil de trabajar. Se tallaban la madera alrededor de las letras, a modo de poder pintar con tinta el relieve de las mismas y poder reproducir los textos apoyando sobre la plancha de madera una hoja en blanco que se marcaba con la tinta.
La desventaja de este sistema es que luego de cierto tiempo la madera se deformaba y se pudría, perdiéndose los moldes para los textos, algo que no ocurría con la piedra.
Entre los siglos X y XI más de 5000 libros budistas y taoístas fueron impresos mediante la técnica de la xilografía. Si bien fue un trabajo artesanal impresionante, que debe de haber demandado mucho tiempo y dinero, era una obra inevitable si se quería trasmitir los conocimientos a los maestros y estudiantes.

Primera imprenta de tipos móviles

A partir del siglo XI se empezaron a desarrollar en China las primeras imprentas de tipos móviles. La técnica consistía en tallar los caracteres por separado y formar las frases para armar el texto, de esta manera un mismo caracter podía ser usado para más de un texto.
Sin embargo la técnica tuvo algunas dificultades al comienzo, ya que los ideogramas chinos son bastante complejos de dibujar y los tipos móviles se fabricaban en arcilla, un material demasiado frágil para esta tarea.

Imprenta de tipos móviles fundidos

En el siglo XIII, casi 200 años antes que Gutenberg desarrollara su imprenta, en Corea se utilizaban tipos móviles fabricados en bronce fundido. El bronce era un material mucho más adecuado que la arcilla para este objetivo y permitía la utilización de los tipos por un tiempo mayor.
En el año 1377 se realizó uno de los primeros libros que se conocen con esta técnica, denominado Jikji, una compilación de textos budistas para estudiantes.
Grandes-inventos-la-imprenta-3.jpg

Los libros en los monasterios

Mientras que en Oriente ya se estaban utilizando diversas técnicas de impresión, en Occidente aún se copiaban los libros a mano. Los hombres religiosos fueron quienes se dedicaron principalmente a esta tarea.
Los monasterios fueron en la Edad Media, los lugares por excelencia para reproducir y almacenar libros. Los monjes eran quienes se dedicaban a esta tarea por varios motivos, en primer lugar porque sabían leer y escribir en latín, lo cual no era muy común en aquella época. El latín era la lengua culta y en la que se escribían los textos sagrados.
En segundo lugar, porque la mayoría de los libros que se reproducían eran libros religiosos, si bien no eran los únicos, eran la mayor cantidad. Los monjes fueron los encargados de custodiar libros profanos, a los cuales accedían por supuesto; de allí que muchos de ellos pudieran leer importantes obras de Platón o Aristóteles, que no han llegado hasta nuestros días.
La película “El nombre de la rosa”, basada en la novela homónima de Humberto Eco, se desarrolla en un monasterio de Italia, dedicado principalmente a la actividad de reproducir y conservar libros. Aquí les dejo una breve escena de la película donde se puede ver el “scriptorum”, lugar donde los monjes dedicaban largas jornadas a copiar e ilustrar los libros.

Primeras imprentas en Europa

Entre el siglo XII y XII d. de C. se producen importantes transformaciones en Europa, surge una clase social nueva, con poder económico y con gran avidez de conocimientos: la clase mercantil.
Este nuevo grupo social fue el que impulsó la creación de las primeras universidades laicas. Hacia finales del siglo XII las más importantes ciudades europeas (París, Bolonia, Padua, Gante, Oxford, Cambridge) ya contaban con al menos una universidad.
Esta nueva generación de estudiantes no contaba con aquellos libros que estaban encerrados en los monasterios, por lo que para su formación necesitaron de libros no religiosos, y probablemente esta demanda de libros seculares fue la que impulsó la creación de la imprenta.
A su vez era necesario un método de copia más fiel, ya que a menudo los libros copiados a mano acarreaban errores.

La imprenta de Gutenberg

Hacia el 1400 comienzan a utilizarse las técnicas de impresión en Europa. Lo primero que utilizaron fueron los bloques de madera tallados (xilografía) y embadurnados con tinta, utilizados principalmente para reproducir imágenes religiosas y juegos de naipes.
Entre 1435 y 1440 Johannes Gutenberg (Alemania, 1398 - 1468) desarrolla la imprenta de tipos móviles de madera o metal. Su oficio de orfebre le permitió tallar las letras por separado, para luego colocarlas en casillas de madera, formar los textos, realizar la impresión y luego reutilizar las letras.
Hasta aquí no hay nada novedoso, con respecto a las técnicas utilizadas por los chinos y los coreanos, sin embargo Gutenberg realizó algunas adaptaciones y agregados, que son los precursores de la imprenta moderna.
Gutenberg adaptó una prensa de vino y agregó una mesa con dos rieles por los que se deslizaba el papel junto con los tipos dentro de la caja de madera y se prensaban para grabar el texto en el papel. A continuación les dejo un video donde se puede ver gráficamente cómo era el sistema creado por Gutenberg.
Mediante este sistema imprimió cierta cantidad de Biblias, que se conocen como la Biblia de Gutenberg, famosas por ser las primeras en ser impresas con la técnica de tipos móviles.
Durante los primeros años de la imprenta, Alemania fue el país que más libros publicó en toda Europa, había unas 1500 imprentas en tan solo 70 ciudades alemanas, posteriormente se extendió a toda Europa.
Este invento revolucionó la prensa, ya que en toda Europa se comenzaron a publicar diferentes hojas, gacetillas, semanarios, etc. También el conocimiento fue más accesible y democrático, sin bien los libros aún tenían un precio muy elevado y no todos podían acceder a ellos, por lo menos ya no estaban reservados y custodiados exclusivamente por religiosos.
Grandes-inventos-la-imprenta-6.jpg

De aquí en adelante, a través de la historia de la imprenta lo que se hizo fue perfeccionar estas primeras técnicas de impresión, hasta llegar a las imprentas actuales, con técnicas láser y digitales, que son capaces de imprimir miles de hojas en minutos.

lunes, 13 de abril de 2015

Realización de pictograma antiguo (Escritura cuneiforme)


Realización de Pictograma antiguo 
(Escritura cuneiforme)

Uno de los tipos de escritura más antiguos que se conocen es la escritura cuneiforme. Aunque los pictogramas sumerios datan de finales del cuarto milenio a.C estos se consideran protoescritura, puesto que transmitían información mediante símbolos pero sin una estructura lingüística. La escritura cuneiforme como tal queda fijada alrededor del 2800 a.C.
esquina (Large)

El término cuneiforme proviene del latín “cuneus”, que significa cuña, ya que consistía en marcar una tablilla de arcilla valiéndose de una caña biselada en forma de cuña.
Los primeros registros de escritura eran puramente pictográficos. Representaban la imagen de lo que querían describir por imitación gráfica y generalmente se trataba de documentos económicos para el recuento de existencias y otras tareas ordinarias, o administrativos.

esquina2 (Large)

Durante esta época, se representaban ideogramas y números sin reglas establecidas.

A medida que fue necesaria la expresión de ideas, los signos evolucionaron de una representación directa de los objetos, a combinaciones de símbolos, y más adelante a la representación silábica.

Se produjeron con el tiempo otras modificaciones, como la alineación y la escritura de izquierda a derecha. También la rotación de 90º, posiblemente para facilitar la escritura. Los símbolos van cambiando desde sus orígenes pictográficos hasta otros más abstractos, y fáciles de representar, mediante muescas hechas con la cuña.

Procedimiento






domingo, 12 de abril de 2015

Grandes Maestros del Diseño Tipográfico


Grandes Maestros del Diseño Tipográfico

Johannes Gutenberg (1400-1468)

 Gutenberg, se inició como estampador de láminas. En el año 1450, instalado en el convento de San Argobasto, experimenta para conseguir una impresión de textos más rápida. En compañía del holandés Lorenzo Coster, lo logra hacer en pergamino con tipos móviles y cúbicos tallados en madera. La imprenta, sin embargo, ya era conocida en Oriente, pues el coreano Pi-Sheng inventó, en el año 1034 después de Cristo, los caracteres móviles en barro cocido. En Estrasburgo, Gutembreg trabaja con Ditzchen, Riffe y Heilman. Entre los cuatro realizan el Spectrum, un libro de oraciones, el cual parece ser la primera impresión publicada. Más adelante, trabajando con dos nuevos socios Fust y Schoeffer, utiliza tipos metálicos. Llegan a una aleación adecuada que se funde a bajas temperaturas y que al volver al estado sólido no pierde la forma adquirida. Con los tipos móviles, el impresor puede armar las palabras ubicándolas en líneas homogéneas y, a su vez, colocando estas en una galera. La impresión se logra presionando la galera contra el papel mediante una prensa. Gracias a los aportes de Schoeffer se solucionan variados problemas técnicos y mejora la calidad de las tintas. Para este caso, se adaptan al proceso pigmentos oleosos con base en los productos utilizados en Flandes para la pintura. Hacia 1455 Gutenberg logra su mejor trabajo al imprimir una Biblia, conocida como La Biblia de las 42 líneas. Fust intenta hacer pasar los trabajos por manuscritos, lo que casi les cuesta la vida. Una interminable serie de dificultades con sus socios no le permiten a Gutenberg lograr una estabilidad. Por lo tanto debe deambular por varios lugares de Europa hasta instalarse Maguncia. Allí, Adolfo II concede una pensión que le permite vivir con tranquilidad los últimos tres años de su vida.


Nicolás Jenson (1419-1480)

 Nicholaus Jenson nació en 1420 en Sommevoire (Francia). Aprendió el oficio de grabador llegando a ser Maestro de la Real casa de la Moneda. En octubre de 1458 el rey francés Carlos VII le ordenó trasladarse a Maguncia (Alemania) para aprender el arte de la impresión. Una vez finalizado el aprendizaje vuelve a Francia en el año 1461 pero el hijo de Carlos VII sucesor al trono de Francia no muestra ningún interés por este arte y deja de sostenerle económicamente. Jenson emigra a Italia donde trabaja como impresor independiente y grabador estableciéndose en Venecia, donde tenemos constancia documental de que utiliza su diseño de romana por primera vez para imprimir Evangelica Praeparatione de Eusebius. Con el mismo tipo imprime la Historia Natural de Plinio en  el año 1472. La romana de Jenson es uno de los más grandes tipos diseñados en el mundo, sus clásicas proporciones y armonioso diseño de los caracteres combinados con su precisión meticulosa hacen de esta un hito en la historia del diseño tipográfico. En 1974 fue distinguido con el título de conde palatino y en 1479 abandonó definitivamente su labor de impresor para dedicarse a la venta de libros en la Nicolaus Jenson Sociique. Es importante recordar que Jenson era también un experto diseñador e impresor y sus trabajos tuvieron gran impacto sobre las preferencias estéticas del momento. Talento que continuó ejerciendo hasta su muerte en Roma en el año 1480. Muchos de los punzones y matrices originales de Jenson se conservan en la actualidad en la Fundición Stempel en Alemania.

Aldo Manuzio (1450-1515) 

Impresor y humanista italiano. En 1490, con la ayuda financiera del príncipe de Carpi, Manuzio instaló una imprenta en Venecia, con la intención de publicar los clásicos griegos y latinos en volú- menes pequeños y económicos. Su editorial publicó obras de autores griegos como Eurípides, Plutarco, Aristóteles y Platón, que se destacaron por su belleza tipográfica. En 1500 fundó en Venecia la Academia de Expertos en Literatura Griega. Al año siguiente Francesco de Bolonia le diseña el primer tipo mecánico cursivo. En Francia, durante el siglo XVI y hasta el XVIII se cimenta una tradición tipográfica muy fuerte, al igual que una marcada tradición caligráfica. La evolución de la letra de mano francesa del siglo XVI se basó, en un principio, en la escritura gótica francesa de mano. Este estilo, llamado Cavilité, lo desarrolló Robert Granjon hacia el año 1550. Pero la idiosincrasia del pueblo francés congeniaba más con las caligrafías latinas que con las góticas. Así, basándose en la escritura italiana de mano, se desarrollan en Francia tres estilos: Ronde, Batarde Colee y Batarde Ordinaire, todos ellos más afines al gusto francés.
Claude Garamond (1490–1561) 

Claude Garamond nació en París en el año 1490. En 1510 comenzó su aprendizaje con el tipógrafo e impresor Antoine Augereau. En la primera mitad del siglo XVI los impresores compartían todas las instancias en la elaboración de un libro desde el diseño tipográfico hasta la encuadernación. Claude Garamond fue el primero que se especializó en el diseño, grabado y fundición de tipos como servicio a otros impresores asistido por su pupilo Jacques Sabon. Las referencias tipográfi- cas de Garamond incluyen los trabajos de Conrad Sweynheym, Arnold Pannartz, Erhard Ratdolt, Nicholas Jenson, Aldo Manuzio, Francesco Grillo, Henri, Robert, y Charles Estienne, Ludovico degli Arrighi de Venecia, Giovan Antonio Tagliente y Giovanbattista Palatino. Una lista ecléctica de expertos conocidos por su excelencia tipográfica. A finales de 1520 Garamond fue comisionado para suministrar sus tipos al famoso impresor escolar Robert Estienne. Su primera fuente romana fue usada en el año 1530 para la edición de Paraphasis in Elegantiarum Libros Laurentii Vallae Erasmus, con un diseño inspirado en la romana de Nicolas Jenson y la romana de Francesco Griffo utilizada para la edición de De Aetna del Cardenal Pietro Bembo que fue publicado por Aldo Manuzio. Después de una década en la cual los tipos de Garamond alcanzan un gran éxito, el rey Francisco I de Francia le pide la creación de un tipo griego que más tarde se conocería como Grecs du Roi y que fue creado a partir de los dibujos de Angelos Vergetios. Los tipos griegos de Garamond fueron los utilizados para la edición exclusiva del Alphabetum Graecum publicado por Estienne. Los tres juegos de punzones originales de este tipo se conservan en la Imprimerie Nationale en París. En 1545 Garamond se convirtió en su propio editor presentando sus propios tipos incluido una nueva cursiva. El primer libro que publicó fue Pia et religiosa Meditatio de David Chambellan. Su estilo para la edición de libros fija sus raíces en los trabajos de los impresores venecianos que tenían como destinatarios a los integrantes de las clases altas. Admira y copia los trabajos de Aldo Manuzio insistiendo en la claridad en el diseño, generosos márgenes de página, calidad en la composición en el papel y en la impresión todo ello acompañado por una magnífica encuadernación (sus libros eran impresos con tinta y papel de la mejor calidad y sus páginas cosidas con gran precisión acentuando su calidad con cabezadas en ambos extremos del lomo y finos papeles imitando al mármol en sus guardas, todo ello utilizando en su encuadernación cuero procedente de Marruecos y rematado con unas elegantes estampaciones de oro para los títulos). Tras su muerte, ocurrida en 1561, su viuda, cuyo único patrimonio eran los punzones que había grabado su marido, se vio obligada a venderlos para sobrevivir siendo parte de ellos comprados por Christopher Plantin, André Wechel que fue quien ejecutó el testamento, Conrad Berner de la fundición Egenolff de Frankfurt y Guillaume Le Bé un tipógrafo e impresor de París. Pocos años antes, Garamond había creado una de las primeras fundidoras de tipos, y su trabajo había sido muy popular pues, aparte de introducir en Francia los caracteres romanos, había aportado a la historia de la escritura impresa y a la tipografía importantes avances como la cursiva versal o el concepto general de familia y serie. Como casi siempre ocurre con las grandes figuras, la influencia que ejerció tras su muerte fue muy amplia, siendo copiados sus moldes por las imprentas de toda Europa. En 1592 Berner publica un catálogo que es la impresión más fiable de los diseños originales de Garamond convirtiéndose en la principal referencia para muchos diseñadores hasta casi cuatro siglos más tarde. Un siglo más tarde el cardenal Richelieu, hombre ilustrado y amante de las modernas tecnologías de la información, equipó a la Imprimerie Royale de Francia con los que llamó Caractères de l´Université, supuestamente los apreciados punzones de Garamond, como así hace referencia en su libro Les Principaux Poincts de la Foy Catholique Defendus. Durante los siglos posteriores nuevos diseños relegan al fondo de los chibaletes a las familias garaldas, hasta que, a principios del siglo xx, las nuevas tecnologías de composición, monotipia y linotipia, renuevan los fondos de la tipografía. A comienzos del siglo XX la búsqueda de nuevos tipos por parte de las diferentes fundiciones lleva a un revival de los tipos de Garamond que hace que todas ellas prácticamente pongan en circulación fuentes basadas en estos tipos aunque, eso si, algunas con más fortuna que otras. Considerando la exactitud histórica de la fuente el claro ganador es la creada por la fundición Stempel en 1924 con sus romanas y cursivas basadas en los dibujos originales de Garamond. En el caso de Adobe Garamond, diseñada por Robert Slimbach, las romanas están basadas en los punzones de Garamond del Museo Plantin-Moretus, mientras que las cursivas derivan de los tipos de Robert Granjon que fue un joven grabador contemporáneo de Garamond. Otras fuentes que también otras fundiciones llaman Garamond están basadas en los tipos dise- ñados por otro tipógrafo francés llamado Jean Jannon quien no nació hasta pasados 19 años de la muerte de Garamond.


Christopher Plantin (1498-1535) 

En Amberes, Christopher Plantin funda una imprenta hacia el año 1555, la cual se convertiría en la más progresista de Europa. Cuando el impresor Christopher Plantin se trasladó desde Francia a la localidad belga de Amberes y estableció su negocio de imprenta en el año 1579 dio lugar a la aparición de una dinastía de editores que floreció durante dos siglos y continuó hasta tres. Plantin, su hijo Jan Moretus I y sus descendientes y colaboradores en la Officina Plantiniana guardaron fiel registro de todos los aspectos de su actividad mercantil: sus publicaciones; permisos y licencias (en esa época los impresores necesitaban una licencia para cada libro que publicaban); costes de los materiales empleados incluidas las herramientas utilizadas en la creación de tipos (matrices o punzones), metal para fundir, papel y tinta; así como de las prensas, muebles y otros equipamientos destinados tanto al negocio como a la vida diaria de la familia. La Officina editó numerosos libros hermosos como la famosa Biblia políglota escrita en cinco lenguas que llevó ocho años completarla y por la que no recibió pago alguno. Asimismo están registrados la impresión de 52.000 misales entre los años 1571 y 1576 destinados a apoyar a la Contrarreforma auspiciada por España que gobernaba el sur de los Países Bajos en esa época. La Officina Plantiniana se organizaba como un negocio eficiente dividiendo a sus trabajadores por especialidades: fundidores de tipos, componedores, correctores, impresores, oficios que han seguido manteniéndose en el siglo XX. Y de su capacidad da cuenta el hecho de que dos operarios producían 1.250 hojas impresas por día en cualquiera de las 22 prensas que tuvo la Officina funcionando en sus mejores tiempos. El Compás de Oro, marca de imprenta de Plantin así como nombre de su negocio, tenía una gran reputación de gran calidad. Usaba sus propios tipos para evitar la débil impresión sobre el papel que podía producir el uso de caracteres gastados aunque nunca llegaron a diseñar estos. Compraban las matrices y los punzones a grabadores y diseñadores como Claude Garamond, Guillame Le Bé y Robert Granjon. Asimismo Plantin insistía en usar grabados metálicos para las ilustraciones, muchos de ellos realizados por Pieter Paul Rubens, en contraposición a la mayoría de impresores que usaban para las ilustraciones grabados en madera de menor calidad pero de más bajo coste. El negocio cerró sus puertas en 1867 y cuando Edouard Moretus vendió el edificio a la ciudad de Amberes nueve años más tarde, todo quedó intacto como si se hubiera detenido el tiempo y así se conserva en la actualidad. Se pueden observar las salas de imprentas, de fundición de tipos, librería y las estancias particulares de la familia más o menos como se encontraban a mediados del siglo XIX.



Grandes tipógrafos del siglo XVIII 

Al empezar el siglo, Luis XIV ordena el diseño de la Romana Real, que viene a ser el primer caracter moderno. Este es el presagio de un siglo marcado por el mecenazgo y por el apoyo de gobernantes e instituciones a la edición y a la composición cuidada. Se asistía al trabajo de los últimos artesanos anteriores a las grandes innovaciones industriales del siglo XIX, que casi terminan con los procedimientos artesanales del libro. Estos últimos artesanos fueron: Fournier, Didot, Caslon, Baskerville y Bodoni. La aportación del francés Pierre Simon Fournier fue el proponer una unidad de medida estándar a la que llamó punto. Las innovaciones de Fournier se divulgaron a través de su Manual Tipográfico, donde introduce el sistema de puntos. 

John Baskerville (1706-1775) 

John Baskerville nació en 1706 en Sion Hill, Worcester (Inglaterra). Sobre el año 1723 se había convertido en un maestro de la escritura y hábil grabador de lapidas. En 1740 inició en Birmingham un negocio de barnices que en unos años lo haría un hombre muy rico. Alrededor de 1750 comienza a experimentar con la fabricación de papel, elaboración de tintas, fundición de tipos e impresión y en 1754 Baskerville crea su primer tipo (los punzones fueron grabados por John Handy que trabajo con él durante 28 años). Tres años más tarde, en 1757 Baskerville publica su primer trabajo Bucólica de Virgilio al que siguieron otros clásicos. En 1758 se convierte en impresor de la Universidad de Cambridge donde el 4 de julio de 1763 publica su obra maestra, una Biblia impresa usando sus propios tipos, tinta y papel. El uso de unos cilindros de cobre caliente para dar un acabado alisado a las páginas indican su compromiso en la búsqueda de una impresión perfecta. Los tipos que diseñó poseían una gran delicadeza y elocuencia visual, en vez de buscar la ostentosa ornamentación del estilo de su generación eligió la simplicidad tanto en los diseños de tipos como en su impresión. La composición de sus páginas nos hablan de un diseño elegante en el que prima la claridad y en el que nada interfiere al mensaje. Como un desafío personal quiso superar al tipo creado por William Caslon pero su falta de experiencia como grabador le impidió conseguirlo aunque no fue obstáculo para que creara una pieza maestra del diseño de tipos. Los tipos de Baskerville no se ganaron el favor de los impresores ingleses y desaparecieron en un oscuro túnel por más de 150 años hasta que el diseñador americano Bruce Rogers los rescató del olvido reeditándolos para Monotype en 1924 y para Linotype en 1931.


William Caslon (1692-1766) 

William Caslon nació en Cradley (Inglaterra) en 1692. Puso su negocio de grabador de armas de fuego en Londres para más tarde convertirse en grabador de punzones que suministraba a la industria de la encuadernación. Caslon no era solamente un buen artesano sino que también era un excelente hombre de negocios, y la mezcla de ambas cualidades supuso la creación de la primera piedra de la industria de creación de tipos inglesa. Con un gran sentido de marketing, puso en funcionamiento su propia fundición de tipos al lado de la fundición de la Universidad de Oxford. Su negocio fue financiado por dos impresores ingleses William Bowyer y John Watts y en una década se convirtió en el principal fundidor de tipos de Londres. En 1734 elabora su primer muestrario que contiene 38 fuentes que incluyen titulares desde 16 a 60 puntos, romanas y cursivas, negras, góticas, hebreas, griegas y florones (7 diseños), siendo grabadas por Caslon 35 de las 38. El tipo de Caslon era de fácil lectura y diseño simple y fueron muy populares tanto en Europa como en Amé- rica convirtiéndose en el principal suministrador de tipos en ambos continentes. La declaración de independencia americana fue impresa en 1776 usando su tipo. 

Mientras que la popularidad del tipo de Caslon fluctúa con los tiempos y los vaivenes de las modas, realmente nunca dejará de ser un valor seguro porque se trata de un tipo que trabaja bien en todas las situaciones y que aporta la gran personalidad de unas líneas clásicas definidas magistralmente. 

Giambattista Bodoni (1740-1813) 

Gianbattista Bodoni nació en 1740 en Saluzzo, Italia. Su padre era impresor y le enseñó el oficio desde temprana edad. En su adolescencia se traslada a Roma para trabajar en la imprenta de la Congregación para la Propagación de la Fe (esta congregación fue fundada en el año 1622 por el Papa Gregorio XV para difundir la doctrina de la Iglesia católica en todo el mundo), luego abandonándola luego, cuando el director de la misma, que fue asimismo su mentor, se suicida. Entonces, decide dar un rumbo nuevo a su vida y probar suerte en Inglaterra para lo cual inicia el viaje y en una escala en Saluzzo para despedirse de su familia, sufre una repentina indisposición que le obliga a desistir del viaje. Cuando se recupera, Ferdinand, el Duque de España, le nombra Director de la Stamperia Reale sita en Parma. Aquí supervisa la impresión y producción de multitud de elegantes ediciones de los clásicos así como una celebrada edición de la Oratio dominica publicada en 1806 como recordatorio del viaje realizado por el Papa Pío VII a París para asistir a la coronación de Napoleón Bonaparte. Además de llevar un prólogo en francés, italiano y latín, escrito por el propio Bodoni, y de una dedicatoria al príncipe Eugenio Beauharnais, que financió la publicación, la obra contiene la traducción a 155 lenguas del Padre Nuestro: es el más vasto catálogo de alfabetos y de caracteres tipográficos jamás publicado. Bodoni en persona esculpió los grabados y preparó las matrices para la obra. Cada página es una obra maestra de elegancia y de arquitectura tipográfica, y la mágica sucesión de los más extraños caracteres de lenguas casi desconocidas en la Europa de comienzos del siglo XIX aumenta el encanto de este libro único en el mundo. La imprenta estaba localizada en el viejo palacio ducal de La Pilotta que es donde actualmente se alza el Museo Bodoni. Las ediciones de Bodoni tuvieron un enorme éxito debido a la excelente calidad de las mismas, utilizando para ello ricas ilustraciones y elegantes tipografías. Miembros de la aristocracia europea, coleccionistas, eruditos disfrutaban de sus libros para los que el personalmente mezclaba las tintas, usaba papel de la mejor calidad, diseñaba elegantes páginas y los imprimía y encuadernaba primorosamente. Entre sus ediciones más conocidas destacan Epithalamia exoticis linguis reddita (1775), los trabajos de Oracio (1791) y Poliziano (1795), la Gerusalemme liberata, el Oratio dominica (1806) y la popular Iliada. Recibió asimismo honores por parte del Papa y varios reyes europeos y la ciudad de Parma creó una medalla en su honor, también como hecho curioso destaca que mantuvo correspondencia con Benjamin Franklin sobre temas tipográficos. Alrededor de 1798 Bodoni diseñó un tipo con un gran contraste en sus trazos y unos remates delgados que significó una revolución para la comunidad tipográfica y que constituyó el punto de partida de los tipos denominados modernos. En el año 1788 Bodoni publicó en dos volúmenes la primera edición de su Manuale Tipografico que contenía 291 alfabetos (en latín, hebreo, griego, ruso, etrusco, turco, tártaro y etíope), así como cientos de bordes decorativos y ornamentos. Contenía además algunos tipos manuscritos con las mayúsculas bellamente decoradas y su puesta en página simétrica y con unos márgenes generosos hacen de cada hoja del Manuale una hermosa obra de arte. El Manuale Tipografico contiene más de 600 láminas, caracteres latinos y exóticos, y 1000 ornamentos y viñetas diseñadas por el gran tipógrafo. Uno de los aspectos más importantes de esta obra monumental es su integridad de estilo, que constituye un modelo de coherencia estética vigente aún en nuestra época. En su prefacio al Manuale, Bodoni enumera los cuatro principios o cualidades que constituyen la belleza de una tipografía. La primera es la uniformidad o regularidad de los diseños, que consiste en comprender que muchos de los caracteres en un alfabeto tienen elementos en común que deben permanecer precisa y exactamente los mismos en cada uno de ellos. El segundo es la elegancia y la nitidez, es decir, el buen corte y el acabado meticuloso de los punzones que producen matrices limpias de las cuales pueden obtenerse tipos nítidos y delicados. El tercer principio es el buen gusto: el tipógrafo debe mantenerse fiel a una simplicidad nítida y jamás olvidar su deuda con las mejores letras manuscritas del pasado. La cuarta y última cualidad, evidente en toda bella tipografía, afirma Bodoni, es el encanto, una cualidad difícil de definir, pero que está presente en aquellas letras que dan la impresión de haber sido escritas no a desgano ni con rapidez, sino con sumo cuidado, como un acto de amor.
La Familia Didot 

Familia de grabadores, libreros e impresores franceses que contribuyeron notablemente al arte y tecnología de la imprenta; publicaron numerosas obras importantes, bellamente realizadas y bien editadas. 

François Didot (1689-1757) 

Fundador, en 1713, del negocio familiar que todavía sigue funcionando en París. François Ambroise Didot (1730-1804) Hijo de François, mejoró la fundición de los tipos de imprenta y creó un sistema de medida basado en el punto tipográfico para medir y nombrar los tamaños de los caracteres.

 Pierre Didot (1761-1853) 

Hijo mayor de François Ambroise, publicó varias versiones muy cuidadas de los clásicos, que se dieron a conocer como Las ediciones del Louvre. Algunos le consideraban el primer impresor del mundo y era célebre su rivalidad con Bodoni. 

Firmin Didot (1764-1836) 

Otro de los hijos de François Ambroise, inventor de un proceso de estereotipía por el que se conseguían ediciones de buena calidad y baratas. Era escritor y traductor. Firmin Didot, desarrolló las innovaciones hechas por Fournier, de cara a unificar Europa mediante un patrón único de medida. Ni Gran Bretaña ni Estados Unidos adoptaron el sistema, pero sí basaron el suyo en él. En 1783-84 la fundición Didot produce el primer tipo moderno y lo usa para imprimir el Geru salemme Liberata de Tasso. Este tipo no era la romana ligera que había usado Francoise Ambroise Didot (padre de Firmin) para varios trabajos de encargo, sino que era un tipo nuevo fácil de leer, una romana robusta con unos remates delgados y pronunciada modulación vertical. Se desconoce si Firmin Didot graba los dos primeros tamaños originales de este tipo pero si se conoce que él produjo los siguientes dos tamaños más pequeños del mismo tipo además de una cursiva cuando solo contaba 19 años de edad. Parte del éxito del nuevo tipo se debió al uso del papel tejido que había desarrollado y usado John Baskerville en Inglaterra para imprimir su Virgil en 1757. Este nuevo tipo de papel proporcionaba una calidad de la superficie de impresión superior que era lo que necesitaba los tipos de Didot con sus finos remates y trazos. El nuevo tipo fue utilizado para imprimir una Biblia en latín en el año 1785 y los Discours de Bossuet en el 1786. En los años siguientes Didot incrementa el contraste de su tipo y se convierte en la única persona en la historia de la tipografía en grabar una familia de fuentes con incrementos de medio punto. (10 pt, 10,5pt, 11 pt). Pero Firmin Didot alcanzó su cota más alta en la creación de tipos en 1798 cuando grabó una nueva fuente que utilizó para el Virgil de 1798 en la legendaria edición del Louvre. Este tipo lo convierte en una autoridad tipográfica en Francia y como consecuencia de ello Napoleón Bonaparte le nombra director de la Fundición Imperial, cargo que ostentará hasta su muerte en 1836. El tipo moderno de Firmin Didot se convierte, en el tipo de Francia y en el estándar nacional para las publicaciones francesas, y aunque esta aceptación no fuera universal de hecho incluso en la actualidad muchas publicaciones siguen el modelo Didot. Muchas fundiciones europeas de la época compraron el diseño original de Didot o elaboran variaciones del mismo. Llegados a este punto, la cuestión más obvia es la comparación de la romana de Bodoni con la diseñada por Didot. El hecho histórico es que ambos habían estudiado los trabajos de Nicholas Jenson, William Caslon, John Baskerville y otros maestros tipógrafos y desde estas observaciones habían llegado a conclusiones similares.

jueves, 9 de abril de 2015

Historia de la Tipografía

Definimos la tipografía como el arte o técnica de reproducir la comunicación mediante la palabra impresa, transmitir con cierta habilidad, elegancia y eficacia, las palabras.
La tipografía es el reflejo de una época. Por ello la evolución del diseño de las mismas responde a proyecciones tecnológicas y artísticas. El signo tipográfico se ha considerado como uno de los miembros más activos de los cambios culturales del hombre.
En los primeros signos de escritura, cada signo nos expresa una idea, un concepto o una cosa; estos signos se combinan entre sí para comunicar ideas más complejas. Estos sistemas de escritura son los pictogramáticos, jeroglíficos e ideogramáticos.
El campo tipográfico, abarca la realización de libros, periódicos, anuncios publicitarios, revistas, etc... y cualquier otro documento impreso que se comunique con otros mediante palabras.
El origen de nuestros actuales alfabetos (sistemas de signos abstractos que representan sonidos articulados) hay que buscarlo en la remota antigüedad, en el primigenio uso de signos y símbolos para representar elementos naturales y actividades cotidianas. 


El primer pictograma (dibujo representando un objeto o una idea sin que la pronunciación de tal objeto o idea sea tenida en cuenta) del que tenemos constancia se remonta al año 3.500 a.C., y es una tablilla en pieza caliza hallada en la ciudad de Kish (Babilonia). 





Más tarde, los sumerios desarrollaron ideogramas (símbolos que representan ideas asociadas menos concretas), sistema que fue desarrollándose hasta dar lugar al sistema cuneiforme sumerio de escritura, basado en sílabas que imitaban el lenguaje hablado. Un ejemplo de escritura de este tipo es la tablilla hallada en Ur, fechada sobre el 2900-2600 a. C., que describe una entrega de cebada y comida a un templo. 





La evolución posterior de este sistema silábico dio lugar a la escritura cuneiforme (2.800 a.C.), que utiliza lo que podemos considerar como el primer alfabeto, cuyas letras se imprimían sobre arcilla usando una cuña. 





De esta época datan multitud de tablillas que contienen textos económicos, religiosos, poéticos, y legales, como el famoso código de Hammurabi, uno de los documentos jurídicos más antiguos que existen. 





Sobre el año 1.500 a.C. se desarrollaron en Egipto tres alfabetos (jeroglífico, hierático y demótico). De ellos el jeroglífico (mixto ideográfico y consonántico), basado en 24 símbolos consonantes, era el más antiguo. 





Los fenicios adoptaron este alfabeto egipcio 1.000 años antes de Cristo, usando para escribir pieles y tablillas enceradas, y también lo transmitieron por el mundo civilizado, de tal forma que poco después fue adoptado también por los hebreos y los arameos, sufriendo con el tiempo una evolución propia en cada un de estas culturas. 





El alfabeto fenicio fue también adoptado por etruscos y griegos, y de ellos lo fue por los romanos, que en el siglo I ya manejaban un alfabeto idéntico al actual, a falta de la J, la W y la V. 

El Imperio Romano fue decisivo en el desarrollo del alfabeto occidental, por crear un alfabeto formal realmente avanzado, y por dar la adecuada difusión a este alfabeto por toda Europa conquistada, ya que muchas lenguas que no tenían sistema propio de escritura adoptaron el alfabeto romano o latino. 





La escritura romana adoptó tres estilos fundamentales: Quadrata (mayúsculas cuadradas romanas, originalmente cinceladas en piedra), Rústica (versiones menos formales y más rápidas en su ejecución) y Cursiva (modalidades de inclinación de las mayúsculas). 

Partiendo del modelo fenicio-nabateo se desarrolló también, alrededor del siglo IV d. C, el alfabeto árabe, formado por 28 consonantes y en el que, al igual que el resto de alfabetos semíticos, se escribe sin vocales, de derecha a izquierda. 





En occidente el alfabeto romano fue evolucionando y, en el siglo X, en el monasterio de St. Gall, en Suiza, se desarrolló un nuevo tipo de letra comprimida y angulosa, la letra gótica, más rápida de escribir y que aprovechaba mejor el papel, factores importantes en un momento que la demanda de escritos se había incrementado notablemente, escritos que se realizaban a mano, primeramente en pergaminos y luego, a partir del año 1.100, en papel. 

La letra gótica se difundió por toda Europa, surgiendo diferentes variantes (Textura, Littera Moderna, Littera Antiqua, Minúscula de Niccoli,, etc.). 

En 1.450 se produjo uno de los hechos más importantes para el desarrollo de la Tipografía y de la cultura humana: Johann Gutenberg (1398 – 1468) inventa a la vez los caracteres móviles y la prensa, creando la imprenta. El primer texto occidental impreso, la "Biblia de 42 líneas" de Mazarino, sale en 1.456, al parecer de la imprenta de Gutenberg. 





El trabajo de impresión posibilitó el uso de nuevos tipos de letra. En 1470 Nicolas Jenson graba el primer tipo en estilo romano inspirándose en las Quadratas romanas, en 1.495 Francesco Griffo diseña el tipo conocido como Bembo, en 1.501 Francesco de Bolonia diseña para el veneciano Aldo Manucio el primer tipo mecánico cursivo y en 1.545 el impresor francés Claude Garamond crea una fundición y comienza a fundir un tipo más informal que la letra romana trajana, basado en el trazo de la pluma de ave. 





Desde entonces, multitud de tipógrafos aportaron su granito de arena a la creación de nuevas fuentes, entre los que destacan Alberto Durero, Giambattista Bodoni, Fournier, Didot, Caslon, Baskerville, Bodoni y, ya en el siglo XX, Max Meidinger (creador de la fuente Helvetica en 1.957), Cooperplate y Novarese.


Glosario

Tipo: es igual al modelo o diseño de una letra determinada.

Tipografía: es el arte y la técnica de crear y componer tipos para comunicar un mensaje. También se ocupa del estudio y clasificación de las distintas fuentes tipográficas.
Fuente tipográfica :es la que se define como estilo o apariencia de un grupo completo de caracteres, números y signos, regidos por unas características comunes.
Familia tipográfica, en tipografía, significa un conjunto de tipos basado en una misma fuente, con algunas variaciones, tales, como por ejemplo, en el grosor y anchura, pero manteniendo características comunes. Los miembros que integran una familia se parecen entre sí pero tienen rasgos propios.